El Gran Dalmuti es un juego para
4 a 8 jugadores, a partir de 8 años, con una duración de partida de alrededor
de 10-60 minutos (dependiendo del número de rondas), un precio en tienda de
aproximadamente 14€ y distribuida por la editorial Devir. Aunque se trata de un
juego popular versionado su diseñador es Richard Garfield.
En este pequeño juego de cartas
el objetivo es quedarse sin ellas, aunque como la vida es injusta el Gran
Dalmuti tendrá ventaja frente a sus rivales.
En resumidas cuentas hay 5 clases
de jugadores:
- El Gran Dalmuti: El jugador en cabeza, cada ronda dará sus 2 peores cartas al último jugador y recibirá las 2 mejores cartas del último jugador.
- El pequeño Dalmuti: El segundo jugador en cabeza, dará su peor carta al penúltimo jugador y recibirá de él su mejor carta.
- Los demás jugadores: No harán ningún tipo de intercambio de cartas entre sí.
- El pequeño Peón: El penúltimo jugador, dará su mejor carta al pequeño Dalmuti y recibirá de él su peor carta.
- El Gran Peón: El bufón de la corte, el hazmerreír del juego, el último jugador que tendrá que dar sus 2 mejores cartas al Gran Dalmuti y recibir de él sus 2 peores cartas.
Cada ronda el Gran Peón repartirá
todas las cartas de la baraja, empezando siempre por el Gran Dalmuti. Una vez
finalizado el reparto se procederá al recapto de impuestos (intercambio de
cartas entre mejores y peores jugadores).
En este juego existen 2 jokers
que son, aparte de comodines, los que pueden cambiar el sentido del juego. Si
cualquier jugador tuviera los 2 podría declarar una revolución, con lo que en
esa ronda no se intercambiarían cartas entre los mejores y peores jugadores. Si
el Gran Peón tuviera los dos jokers podría crear una Gran Revolución, que
significa que todos los jugadores intercambiarían sus posiciones por la del
contrario (el último pasaría a ser primero y viceversa, el segundo a penúltimo
y viceversa, etc.)
Cartas de jokers y de El Gran Dalmuti
Cada ronda se desarrolla de la
siguiente forma. En la primera ronda el Gran Dalmuti empieza poniendo la
primera carta. Las cartas van del 1 al 13, siendo el 1 la mejor carta. Lo
lógico es que se empiece con la peor que uno tiene para quitártela de encima.
El siguiente jugador puede poner una carta de igual número o inferior. Un
jugador puede decir pasar y no poner carta, quedando eliminado de la ronda.
Cuando todos pasan el último jugador en poner carta empezará la siguiente
ronda, teniendo ahora ventaja. Cuando el primer jugador termina se convierte en
el Gran Dalmuti (lo fuera antes o no), el segundo jugador será el pequeño
Dalmuti, y así sucesivamente.
El puteo es un arte en este juego
y lo mejora muchísimo. Con un par de normas sencillas el juego se volverá mucho
más divertido , aunque son totalmente opcionales:
- El Gran Dalmuti debe sentarse en la mejor silla del lugar, mientras que el jugador en última posición se sentará en el peor sitio, probablemente el suelo.
- Si disponéis de una corona y una sombrero de paja para dárselos al Dalmuti y al Bufón respectivamente, mejor.
- Si estáis tomando copas el bufón las tendrá que servir.
- Todo el mundo deberá referirse al jugador en primera posición como “Gran Dalmuti”, “su excelencia”, “su majestad”... (creo que se entiende el concepto).
- Evidentemente el último jugador recoge, baraja y reparte las cartas.
Antes de que éste juego lo
comercializara Devir ya era jugado por todos los pueblos de del mundo, es un
juego popular creado mucho antes de que lo “inventara” el autor. Lo peor de
todo es que él mismo lo dice textualmente en la introducción del juego “Durante
mi etapa en la universidad de posgrado, un amigo (...) me enseñó las reglas de
un fascinante juego de cartas. (...) Seguí topándome aquí y allá con grupos de
gente que lo jugaban y llamándolo de manera diferente según la zona.”. El tío
se ha hecho de oro comercializando un juego que se jugaba tanto en Europa, como
en Asia y América. ¿Y como se jugaba antes de existiera esta versión? Pues con
una simple baraja de cartas. Con cualquier mazo de cartas que vayan del 1 al 12
y un par de jokers se puede jugar perfectamente. ¿Merece entonces comprarse el
juego? A mi parecer, no. Una baraja puede valer 2€, éste vale 14€ y es
exactamente lo mismo. El juego en sí es buenísimo, pero el abuso que se ha
hecho de él le hace perder muchos puntos.
Valoración: 3 jokers