Yspahan es un juego para
2 a 4 jugadores, con una duración aproximada de unos 45 minutos y un
precio en tienda de alrededor de 35€. Su diseñador es Sébastian
Pauchon, también creador del juego "Jamaica", y la
editorial en España es Ystari. La dependencia del idioma es
mediana-alta por la complejidad que trae con si el juego, y el tamaño
de caja grande, aunque con gran cantidad de piezas que llenan todos
los espacios.
El objetivo del juego es
conseguir puntos. Para ello deberemos colocar los cubos de nuestro
color en el tablero. El mapa esta divido en 4 barrios, en los que se
encuentran diferentes tiendas de diferentes color. Solamente se
puntua si se tienen todos los edificios de un mismo color. Si se
tienen todos menos uno, no recibes ni un solo puntos, es todo o
nada, así que calcula y planifica bien cuando y que urbanizar ya
que si no derrocharas materiales.
La siguiente parte
importante del juego es el "tablero de carabana". Durante
un turno puedes optar por ubicar uno de tus cubos en uno de los
camellos, siempre el más próximo a la parte inferior. Cuanto más
supeior sean, menos puntos recibirás, pero el multiplicador será
mayor. Los de la primera fila valen 2 puntos, los de la segunda 1
punto y los de la tercera 0 puntos. Te puede interesar colocar un
cubo en la terzera fila por el multiplidor, ya que multiplica el
valor del número de tus cubos por 3.
El tercer pilar del juego
son los dados. Cada jugador, al principio de su turno, lanzará los 9
dados, agrupando los resultados por números. De los 6 espacios de
"la torre/tablero de dados", deberemos colocar los dados
con el resultado más bajo abajo de ese tablero, los dados con el
resultado más alto en la parte superior, y luego colocarlos de abajo
a arriba, pudiendo quedar algún piso vacío.
fichas de oro y camellos
Los dados, y como hayan
quedado distribuidos en el tablero de dados, indican cuantas piezas y
en que lugares podré construir. Los dados con valor más altos
indicarán el oro que recibo, con los que podré comprar dados
extras (de color amarillo). Los dados con valor más bajo indican cuantos camellos
recibes. Los otros 4 espacios indican cuantos cubos podré colocar en
dicha area del tablero dependiendo del número de dados.
No podemos realizar cada
una de estas acciones, solamente podemos escoger una, y dejar que los
demás jugadores se repartan las acciones sobrantes, y cambiar el
lanzador de dados la siguiente ronda.
El tablero de
construcción son inversiones, que pagando un cierta cantidad de oro
y/o camellos, nos aportará un beneficio en la partida. Por ejemplo,
la "granja de camellos" (izquierda del todo) cuesta dos
camellos y permite recibir un camello extra cada vez que decida
escoger camellos en el tablero de dados. El de la derecha del todo,
por poner otro ejemplo, cuesta 4 camellos y 4 oros, y te permite
colocar un cubo extra si tu acción del tablero de dados es
construir. Además, por tener varias de estas construcciones
recibirás puntos extras al final del juego.
Finalmente hay el peón
blanco del tablero. Perdiendo el turno podremos mover dicho
peón/meeple por el tablero dependiendo del número de los dados que
querramos usar (no el número de dados, el número de los dados). Si
hubiese 2 dados con treses, podré mover el peón 3 movimientos,
pudiendo pagar un oro extra por cada movimiento de más o de menos
que necesite. Donde termine el peón indicará que cubo (o cubos) se
desplazará al tablero de camellos, elije bien a quien quieras
fastidiar de esta forma ya que facilmente podrías beneficiarle.
Mi valoración del juego
es alta, es un juego rapido, cosa que me gusta mucho, me encanta la
forma de usar los dados en el juego, a pesar de que el juego es
sencillo de aprender hay mucha estrategia, y la rejugabilidad es muy
elevada. El diseño de los peones es genial, los mini-camellos son
estupendos, aunque el de las cartas podría estar mejor.
Es un juego que a mi tambien me gusta bastante, ademas lo pille de oferta muy barato. Una pena que a algunos de mis amigos no les haya gustado y casi no vea mesa.
ResponderEliminarSi, da pena que algunos juegos sean tan conocidos por su márketing o historia y otros caigan en el olvido siendo incluso mejores.
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